Durante los meses de pandemia, la gran mayoría de empresas adoptó nuevas medidas como el teletrabajo o trabajo remoto para evitar la propagación del COVID-19. No obstante, la reactivación económica ha permitido que las organizaciones comiencen a operar nuevamente en sus instalaciones de forma gradual. En Perú, las estrategias de retorno laboral vienen siendo aplicadas por más del 50 % de empresas y se estima, que esta cifra se mantenga o siga en aumento, según una encuesta de Marsh.
Este cambio implica que las organizaciones garanticen seguridad a sus trabajadores, comenzando por propiciar un espacio libre de contagios, que cuente con todos los protocolos establecidos por el Ejecutivo. Bajo este contexto, se comienza a hablar de limpieza, y desinfección, pero realmente ¿significan lo mismo?, ¿existen diferencias entre estos términos?
“Si nos referimos al concepto de limpieza, hablamos netamente de eliminar la suciedad de las superficies visibles como la que encontramos en los pisos, las paredes, el mobiliario, los objetos, etc. Esto lo podemos percibir por medio de nuestros sentidos como la vista el olfato o el tacto. Para ello, se suele utilizar detergentes y líquidos multiusos”, indica Humberto Torres, gerente de Limpieza del Grupo EULEN Perú.
Humberto Torres, gerente de Limpieza del Grupo EULEN Perú
Entonces, realizar una limpieza profunda es el primer paso que las empresas deben seguir para continuar con la desinfección, que básicamente se traduce en la utilización de productos químicos que reducen los gérmenes o microrganismos que se encuentran en las superficies. Solo de esta manera, se podrá reducir todos aquellos elementos capaces de producir alguna enfermedad o daño en los colaboradores.
¿Qué sucede si obviamos la limpieza?
Si saltamos este paso y solo llevamos a cabo la desinfección del espacio, los microorganismos se mantendrán en dichas superficies. Lo ideal es seguir el orden indicado, con los productos necesarios y las técnicas de limpieza adecuadas, sobre todo en situaciones como las que vivimos hoy en día. La limpieza y desinfección deben ser rituales que tanto las empresas como los empleados deben promover a diario y cada cierto tiempo durante el día.
“Las manijas, los escritorios, las computadoras y accesorios, así como los espacios comunes como el comedor, baño y estacionamiento, deben ser desinfectados correctamente y en el plazo dispuesto. Es decir, se debe solicitar al personal que tomen su tiempo de refrigerio en el tiempo establecido, que esperen un momento prudente mientras desinfectan y que sigan los protocolos de seguridad”, indica Torres.
En ese sentido, resulta vital comunicar estos procesos a todos los miembros de la empresa antes de iniciar la reincorporación a las oficinas y contar con asesoría integral para lograr el desarrollo de un óptimo servicio de limpieza y desinfección.