Este año se espera una recuperación en el volumen de comprobantes emitidos, pero no llegaría a los niveles de 2019.
El año pasado, la pandemia dejó fuera de carrera a 500.000 empresas en el país, aproximadamente, y las que sobrevivieron se tuvieron que conformar con vender menos, provocando una caída de 40% en las emisiones de comprobantes de pago, afirma Kenneth Bengtsson, presidente ejecutivo de Efact.
Si bien para este 2021 la situación será mejor, en vista de las perspectivas macroeconómicas, la emisión de comprobantes de pago electrónico no llegaría todavía al mismo volumen del 2019, pero podría bordear el 90%, estima.
Bengtsson sostiene que todavía es muy prematuro conocer a ciencia cierta lo que pasará este año, más aún con este nuevo confinamiento para mitigar la segunda ola del COVID-19, ya que esto genera un duro golpe a las empresas, porque al estar cerradas y sin operar tampoco generan ventas, ni comprobantes.
No obstante, lo que sí está aumentando es la penetración de la facturación electrónica y así seguirá, considerando los beneficios que implica y porque desde el 1° de enero de 2022 todas las firmas, incluyendo las microempresas, están obligadas a ello, según lo exige la Sunat.
En el caso de Efact, por ejemplo, lograron crecer en 25% el número de clientes el año pasado. “Sin lugar a dudas, más empresas usan la facturación electrónica, aunque emiten menos comprobantes”, revela.
Asegura que en la nueva normalidad donde la transformación digital es clave para las empresas, la facturación electrónica no es solo una herramienta que permite ahorro de costos e inventarios, también se ha convertido en una poderosa forma de gestionar información financiera y comercial que contribuye con las compañías a garantizar sus operaciones.