Los pueblos indígenas de las regiones Junín, Pasco y Ucayali, enfrentan diariamente la deforestación de sus suelos (pérdida de biodiversidad) y la baja producción de los mismos (inseguridad alimentaria), así como la pérdida de su identidad cultural y la escasa participación política.
Ante esta situación, Cáritas Selva Central con el apoyo de Cáritas Española llevan adelante el proyecto «Ecología integral en la selva peruana» que busca contribuir a la exigibilidad de los derechos de los pueblos indígenas, así como la implementación de políticas públicas interculturales y de recuperación del ecosistema amazónico.
El proyecto quiere el fortalecimiento del desarrollo socio ambiental de los pueblos indígenas Asháninca y Yanesha garantizando sus derechos territoriales, ambientales, alimentarios y de equidad de género en las provincias de Oxapampa y Chanchamayo.
«Estamos trabajando articuladamente con 942 hermanos indígenas (157 familias) de seis comunidades que son: Loma Linda, Shiringamazu, Tsachopen, El Milagro, Hanswald y Santa Rosa de Chivis. También coordinamos con 80 líderes de las organizaciones indígenas, la Federación de Comunidades Nativas Yaneshas – FECONAYA y la Asociación de Comunidades Nativas Ashánincas del Palcazu – ANAP, así como 30 funcionaros del sistema judicial y 39 funcionarios del gobierno local, provincial y regional. Buscamos que estas personas sean capaces de asumir su liderazgo y que sean protagonistas de su propio desarrollo», explicó el Diácono Wolmar Bernuy, Secretario General de Cáritas Selva Central.
Entre las acciones que desarrolla el proyecto, destacan la implementación de 90 hectáreas productivas agroecológicas, talleres de capacitación a los beneficiarios sobre cultivos agroforestales, pasantías de experiencias exitosas de ecología integral, desarrollo de talleres sobre la territorialidad, gobernanza ambiental y modelo de desarrollo, seminarios dirigidos a instancias del Estado, sociedad civil y medios de comunicación sobre Ecología Integral y Desarrollo Sostenible, entre otros.
«Agradecemos a Cáritas Española y a las Organizaciones Indígenas por caminar juntos y permitirnos seguir acompañándolos en este proceso, como respuesta del Vicariato Apostólico de San Ramón, hacia una ecología integral» concluyó el Diácono Wolmar Bernuy.