- Fabiola Castro, especialista en comunicación y docente de Innova Teaching School, brinda aspectos en los cuales enfocarse para la cohesión y efectividad de los equipos
En entornos laborales cada vez más exigentes, el rendimiento de un equipo no depende solo de su productividad, sino de la calidad de sus relaciones humanas. La conexión, la confianza y el propósito compartido están ganando terreno como factores determinantes en el éxito de los equipos.
Fabiola Castro, especialista en comunicación y docente de Innova Teaching School, ha trabajado durante más de nueve años en la formación y acompañamiento de equipos en empresas, organizaciones sociales y espacios educativos.
«Un equipo inolvidable no es el que más produce, sino el que deja huella en quienes lo conforman», sostiene.
Desde su experiencia, ha identificado tres elementos fundamentales que marcan la diferencia en la cohesión y efectividad de los equipos:
1. Seguridad emocional: Cuando las personas pueden expresarse sin temor al juicio, reconocer errores o pedir ayuda sin sentirse vulnerables, se genera una base sólida de confianza. Validar emociones y fomentar una cultura de escucha son acciones clave para fortalecer el clima laboral.
2. Conexión humana real: Las tareas pueden estar claras, pero si no existe vínculo entre las personas, el equipo se debilita. Pequeños gestos como abrir reuniones con preguntas personales o generar momentos de conversación informal contribuyen a crear cercanía y colaboración.
3. Propósito compartido: Más allá de las metas, es necesario que el equipo tenga claro el impacto de su trabajo. Reflexionar sobre el «para qué» de lo que hacen permite alinear esfuerzos y sostener la motivación a largo plazo.
Estas prácticas, aunque simples, tienen un efecto directo en el rendimiento. Estudios de la consultora Great Place to Work en América Latina han mostrado que los equipos con altos niveles de confianza y sentido de propósito mejoran su productividad y retienen mejor el talento.
Para la especialista de Innova Teaching School, construir equipos saludables no es automático ni opcional. «No basta con trabajar juntos. Se necesita intención y espacio para generar vínculos reales», concluye.
En un entorno cambiante, las organizaciones que apuestan por fortalecer la dimensión humana de sus equipos no solo se adaptan mejor: construyen culturas laborales más sólidas y sostenibles.